Un edificio de muros desconchados en el centro de Budapest, una familia hecha pedazos, un colegio que niega a los chicos el derecho al futuro: esta es su vida, a la que Sándor, sin embargo, no se resigna. ¿Es que acaso no existe un mundo en el que la mezquindad quede desterrada y el valor venga premiado? ¿Un mundo en el que sea posible vengar las ofensas, derrotar el crimen, castigar a los malvados, defender la libertad? Claro que existe, pero para Sándor y sus amigos, en la Hungría oprimida por los últimos coletazos del régimen, es un mundo prohibido: es el de los superhéroes: Batman, Spiderman, los Cuatro Fantásticos, Flecha Negra...