Richard Brautigan (1935-1984) dijo una vez que su lugar en la historia ?de la literatura, del mundo?, es decir, en la foto panorámica de la historia, era el lugar de las nubes. Suponemos que se refería a la parte más bonita de las fotos con nubes, pero podría tratarse de ese limbo donde, en efecto, quedaría atrapada hasta ahora la edición española de La pesca de la trucha en América, aunque gracias a este enorme librito errante más de uno llegara a imaginar el día en que se escribirían «brautigans» en lugar de novelas.