Formamos parte de una sociedad privilegiada. Hemos sido testigos de avances tecnológicos y científi cos que cambiaron nuestra vida; sin embargo, no somos la sociedad más feliz. El número de personas diagnosticadas de ansiedad y depresión, así como la tasa de suicidios en los países del primer mundo se incrementa cada año. En un momento histórico en el que generamos más niveles de residuos que nunca y que compramos de forma indiscriminada, el minimalismo se presenta como una solución para liberar nuestra vida y simplificar todo para hacerlo más fácil. Tenemos un armario lleno de ropa y útiles innecesarios. Para almacenar y no usar. Conseguimos información indiscriminada sin seleccionar. Para crear necesidades. Usamos la tecnología para consumir más, alimentarnos de forma deficiente y quedarnos sin recursos económicos. No para avanzar y tener calidad de vida. Nos rodeamos de demasiadas cosas que nos apartan de lo esencial. Y nos sentimos vacíos. Minimalismo es una forma distinta de vivir y entender el mundo: un estilo de vida cuyo objetivo principal es hacer las paces con el planeta y mejorar la relación que tenemos con nuestro entorno. El minimalismo te vacía de lo innecesario y te llena con lo imprescindible.
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