El circo de Esnini viaja por todas las ciudades, para representar en ellas su función, pero todo él es un desastre: El presentador sufre afonía; el equilibrista tiene vértigo; el mago pronuncia casi siempre mal las palabras mágicas y es imprevisible lo que puede ocurrir tras ellas; el forzudo es un patán; el domador de fieras suele tener problemas a la hora de ma-nejar el látigo? y un sinfín de cosas más.