El tráfico de cocaína mueve miles de millones de dólares cada año. Su consumo causa un número incalculable de muertes y su dominio crece a un ritmo imparable. Un día el presidente de Estados Unidos decide invertir todos sus esfuerzos en acabar con este negocio y le encarga esta tarea, aparentemente imposible, a Paul Deveraux, un ex agente de la CIA inteligente, dedicado y tan audaz como despiadado. Deveraux acepta el reto, pero impone algunas condiciones: tendrá a su disposición todo el dinero, los agentes y los recursos que considere necesarios. La guerra ha estallado y han desaparecido las normas del combate.