En 1938, bajo el gobierno de una dictadura nacionalista, Japón emprende una guerra para expandirse en Asia. Entretanto, cuatro músicos aficionados amantes de la música clásica, Yu, de origen japonés, y tres estudiantes chinos, se reúnen regularmente para ensayar Rosamunda, la sonata de Schubert. Y esas sesiones idílicas y armónicas los sustraen del ambiente de intolerancia y terror que los rodea. Pero el amparo de Schubert dura poco tiempo. Una patrulla militar irrumpe en uno de los ensayos y los detiene. Y no se volverá a saber nada de ellos. Ese día, Rei, el hijo de Yu, se ha escondido en el armario, y desde allí lo escucha todo. Cuando un teniente abre la puerta y lo descubre, se cruzan las miradas, y lo peor parece estar a punto de suceder. Sin embargo, en completo silencio, el teniente le da el violín de su padre y se marcha al punto, sin delatarlo. Es un momento que marcará la vida de Rei, el momento en que la piedad y el perdón interrumpen la crueldad y la violencia homicida. Adoptado por una familia francesa, Rei se convertirá con los años en un destacadísimo lutier de París. Pero no