Me llamo Eric Zimmerman y soy un poderoso empresario alemán.áMe caracterizo por ser un hombre frío e impersonal, queádisfruta del sexo sin amor y sin compromiso.
En uno de mis viajes a España para visitar una de mis delegacionesáconocí a una joven llamada Judith Flores. Ella meáhizo reír, me hizo cantar, me hizo incluso bailar, y yo no estabaáacostumbrado a eso. Cuando me di cuenta de que sentía másáde lo que debía, me alejé de ella, pero regresé, pues esa mujeráme atraía como un imán.
A partir de ese momento comenzamos una relación plagadaáde fantasía y erotismo, en la que disfruté enseñando a Judith aágozar del sexo de una manera que ella nunca había imaginado.áY tú, ¿te atreves a descubrir el lado sumiso, dominante y :voyeuráque todos llevamos dentro?