Dominado por la pasión del teatro, Moliére fue actor, empresario y autor. En doce años de compañía itinerante, Moliére aprende su oficio. El contacto directo con el público le enseña sus gustos; agradarle es su regla de oro. ´Tartufo´ es quizá su obra más popular. La figura del hipócrita está delineada con tal perfección que se ha convertido en un arquetipo literario, que despierta frecuentes resquemores entre quienes, en distintas épocas y lugares, se han dado por aludidos.