SINFONIA PARA LA CIUDAD DE LOS MUERTOS

SINFONIA PARA LA CIUDAD DE LOS MUERTOS

Editorial:
ES POP
Año de edición:
ISBN:
978-84-17645-19-9
Páginas:
2023
Disponibilidad:
Sujeto a disponibilidad y cambio de precio
Colección:
ES POP ENSAYO

En septiembre de 1941, la Wehrmacht de Adolf Hitler rodeó Leningrado, iniciando el que resultaría ser uno de los sitios más prolongados y destructivos de la historia occidental. Más de un millón de habitantes perecieron en lenta agonía a causa de aquellos dos años y medio de bombardeos y hambruna. Los supervivientes recordaban las calles sembradas de cadáveres congelados, cuyos familiares no tenían ni los medios ni fuerzas para enterrarlos. Ciudadanos desesperados quemaron libros, muebles y suelos de madera para mantenerse calientes. El hambre les arrastró hasta el extremo de comerse a las mascotas y, con el tiempo, unos a otros para mantenerse con vida. Atrapado entre las fuerzas invasoras nazis y el Gobierno soviético, se encontraba el compositor Dmitri Shostakóvich, el cual compondría en pleno asedio una pieza pensada para alentar, exhortar, elogiar y conmemorar a sus conciudadanos: su sinfonía nº 7, la ´Sinfonía Leningrado´. Este homenaje al valor fue copiado en un microfilm que viajó a través de Oriente Medio y sobrevoló los desiertos de África del Norte en una misión secreta para llevarlo hasta Estados Unidos, donde la sinfonía fue transcrita e interpretada, jugando un papel sorprendente a la hora de reforzar los lazos de los Aliados frente los poderes del Eje. ´Sinfonía para la ciudad de los muertos´ narra la verdadera historia de una ciudad asediada, del triunfo del coraje y la resistencia frente a una terrible oposición. También es una historia que habla del poder de la música y sus significados, una historia de mensajes secretos y dobles sentidos; de cómo la música en sí es un código, del modo en que puede alentarnos a resistir una tragedia impensable; de cómo, cuando no podemos alzar la voz, nos permite hablar en susurros entre los barrotes de nuestra celda y de cómo tiene el poder de consolarnos en nuestro padecimiento.