NUEVOS DICTADORES, LOS  ROSTRO CAMBIANTE DE LA TIRANIA EN EL SIGLO XXI

NUEVOS DICTADORES, LOS ROSTRO CAMBIANTE DE LA TIRANIA EN EL SIGLO XXI

Editorial:
DEUSTO
Año de edición:
ISBN:
978-84-234-3569-2
Páginas:
2023
Disponibilidad:
Sujeto a disponibilidad y cambio de precio
Colección:
DEUSTO

Los antiguos dictadores como Hitler, Stalin o Mao gobernaron mediante la violencia, el terror y la dominación ideológica. Pero en las últimas décadas se ha consolidado una nueva generación de hombres fuertes que, sirviéndose de los medios de comunicación y las redes sociales, ha rediseñado el gobierno autoritario para un mundo más sofisticado y globalmente conectado. En lugar de una represión abierta y masiva, gobernantes como Vladimir Putin, Recep Tayyip Erdogan y Viktor Orbán controlan a sus ciudadanos distorsionando la información y simulando procedimientos democráticos. Al igual que los propagandistas y voceros en las democracias, estos nuevos dictadores retuercen las noticias para granjearse el apoyo social, cultivar una imagen de competencia y ocultar la censura. Y utilizan las instituciones democráticas para socavar la democracia misma, al mismo tiempo que aumentan el compromiso internacional para obtener beneficios financieros y reputacionales. Los prestigiosos académicos Sergei Guriev y Daniel Treisman se han dedicado a desentrañar esta nueva forma de autoritarismo, explicando cómo surgen y operan los dictadores manipuladores del siglo  , y analizando las amenazas que plantean y cómo deberían responder a ellas nuestras democracias. :Los nuevos dictadores rastrea en líderes como Lee Kuan Yew en Singapur y Alberto Fujimori en Perú el origen de estos métodos menos violentos, más sutiles y más efectivos para monopolizar el poder. Este libro detalla en qué se diferencian estos «dictadores de la manipulación» del resto de «dictadores del miedo», como Kim Jong-un y Bashar al-Assad, y de los maestros de la represión de alta tecnología como Xi Jinping; explica cómo los dictadores pueden sobrevivir en el mundo moderno y explora la inquietante simpatía mutua entre dictadores y populistas como Donald Trump.